Nos enorgullecemos de crear un ambiente en el que tus huéspedes se sientan como en casa, mientras te brindamos el respaldo y la expertise necesarios en la gestión de pisos turísticos.
Velilla de San Antonio, un rincón escondido de la provincia y Comunidad de Madrid que emerge desde las sombras del anonimato para revelar su verdadera esencia. A tan solo 15 kilómetros de la bulliciosa capital, esta localidad ha florecido recientemente, como una flor que finalmente encuentra la luz del sol.
Sus raíces se entrelazan con la Cuenca del Henares, una región turística en la vastedad de Madrid. Pero Velilla es más que una simple ubicación en el mapa; es un tesoro oculto. Rodeada por el río Jarama, se alza con modestia entre sus vecinas San Fernando de Henares y Rivas-Vaciamadrid. Y aquí, en esta tierra bendecida por la naturaleza, parte de su territorio se extiende hasta el interior del Parque Regional que abraza los cursos de los ríos Manzanares y Jarama, un refugio protector en la Comunidad de Madrid.
La joya de Velilla de San Antonio radica en su morada en la vega del Jarama, en el corazón del Parque Regional del Sureste, un santuario natural preciado por su inestimable valor ecológico. Durante décadas, la administración local ha tejido la preocupación por el medio ambiente en el tejido mismo de su desarrollo social y económico.
Lo que distingue a Velilla es su asombrosa dualidad: la coexistencia de tesoros medioambientales inigualables con las cicatrices del pasado humano. Aquí, lo verde se mezcla con lo castigado. Pero es precisamente esta armonía discordante la que da forma a su singularidad.
La grandeza de Velilla de San Antonio reside en su legado verde, en las lagunas y humedales que se alinean junto al Jarama, sus verdaderas señas de identidad. Surgieron espontáneamente como un regalo de la actividad minera, donde la grava se extraía de las entrañas de la tierra. Hoy, estas lagunas son el Doñana de Madrid, un refugio invernal para miles de aves, un paraíso compartido entre gaviotas reidoras, patos cucharas, ánades, cigüeñuelas y cormoranes.
Velilla de San Antonio es más que un municipio en las sombras de Madrid; es una sinfonía de naturaleza y humanidad, una oda a la coexistencia y el respeto por el entorno que la rodea. Aquí, en esta tierra de contrastes, el presente se encuentra con el pasado, y el futuro se teje con los hilos de la conservación ambiental.
Descubre Velilla de San Antonio, un encantador rincón a solo 15 kilómetros de la bulliciosa Madrid. Este hermoso municipio en la provincia y Comunidad de Madrid ha florecido recientemente, ofreciendo a los visitantes una experiencia única. Rodeado por el pintoresco río Jarama y enclavado en el corazón del Parque Regional del Sureste, Velilla es un santuario natural que combina a la perfección la belleza de su entorno con su compromiso inquebrantable con la conservación ambiental. Aquí, podrás explorar lagunas y humedales que albergan una variada fauna, convirtiendo a Velilla en el refugio invernal de miles de aves. Además, su rica historia y su coexistencia armoniosa entre la naturaleza y la humanidad hacen de Velilla de San Antonio un destino turístico verdaderamente único y enriquecedor.
Sumérgete en la serenidad de la vega del Jarama y descubre un lugar donde el pasado y el presente se abrazan, donde la naturaleza se convierte en protagonista y donde cada rincón cuenta una historia. Ven a Velilla de San Antonio y experimenta un viaje que te llevará desde las sombras del anonimato hasta la luz brillante de un destino turístico que vale la pena explorar.
Imagina dos mundos contrastantes en la vastedad de la Comunidad de Madrid: Velilla de San Antonio y el vibrante centro de Madrid. Cada uno tiene su propia esencia y ofrece un estilo de vida único.
En las afueras de la bulliciosa capital, Velilla se alza con modestia, a unos 15 kilómetros de distancia. Es un remanso de tranquilidad donde las prisas y el estruendo de la gran ciudad se disipan. El municipio es pequeño, un rincón pintoresco que susurra historias silenciosas. Por otro lado, el centro de Madrid es como el latido frenético de una metrópolis en constante movimiento, con calles llenas de personas que desafían el tiempo.
En Velilla, la vida tiene un ritmo pausado, el aire se llena con el canto de los pájaros en lugar del claxon de los automóviles. La vivienda es más accesible, los gastos cotidianos son menos abrumadores. Es un lugar donde se puede encontrar paz y serenidad, donde el estrés se disipa como el humo de una chimenea en una noche tranquila.
En el centro de Madrid, la energía es palpable en el aire. Las calles emanan vida, y cada esquina parece ocultar una nueva aventura. Aquí, la vida nocturna es una sinfonía de risas y música, los restaurantes ofrecen una exploración culinaria constante y los eventos culturales son como destellos de creatividad en la noche.
Cuando se trata de transporte, Velilla requiere de un viaje más largo para llegar al corazón de la ciudad, y las opciones de transporte público pueden ser más limitadas. Por otro lado, en el centro de Madrid, el metro, los autobuses y los trenes te llevan a cualquier parte de la ciudad con facilidad, como las arterias de un organismo vivo.
En cuanto a la naturaleza, Velilla es un abrazo cálido de espacios verdes y vida silvestre. El Parque Regional del Sureste y el río Jarama son como pulmones que purifican el aire. Aquí, los paseos por la naturaleza y las actividades al aire libre son una forma de vida. El centro de Madrid, aunque alberga joyas como el Parque del Retiro, se caracteriza por su densidad urbana, y el contacto con la naturaleza es menos accesible.
